martes, 20 de abril de 2010

Pushkin y Gogol en la extraordinaria literatura rusa


  Las historias de Belkin de Pushkin y Almas muertas de Gogol

   Los relatos de Belkin, permiten mostrar una variedad de voces que integran las diferentes posiciones del narrador en la trama. Por ejemplo, en “El disparo”, la primera persona asume un tono intimista en el dialogo con Silvio, así en esta narración el narrador se confunde o se oculta en la voces de los personajes.
En cambio, en “El fabricante de ataúdes” la tercera persona es omnicente ya que asume el rol del contador de la historia y es desde esta posición que define el relato narrativo tradicional y el rol del narrador.
“El jefe de posta” es una representación narrativa que conforma un metarelato, el narrador cuenta sus desventuras a un amigo, de esta manera el relato establece un doble juego al desarrollarse como relato en el espacio del relato. La narración en 3º pers. asume las marcas de la oralidad que como en el texto de Benjamin, El narrador, es la principal característica  que define al género narrativo que se construye desde las historias, en el sentido de Tinianov: “Es historia en el sentido que evoca una cierta realidad de acontecimientos que habrían sucedido, personajes que desde este punto de vista se confunden con los de la vida real. ...Pero la obra es al mismo tiempo discurso: existe un narrador que relata la historia y frente a él un lector que la recibe . a este nivel, no son los acontecimientos los que cuentan, sino el modo que el narrador nos lo hace conocer.” [1]
En este mismo sentido de Tinianov, Los cuentos de Belkin poseen características que son claves para comprender su análisis de la construcción narrativa:
1-     La tercera persona, le ofrece al autor la posibilidad de narrar las historias contadas o glosadas por los otros y al mismo tiempo establecer desde una distancia o exterioridad que define la  posición de observador y narrador de los acontecimientos, de esta manera su posición en el espacio narrativo lo define como el narrador y los que realmente son parte de la trama del cuento.
2-     Todos los relatos están impregnados de la idea de tradición nacional que recupera la identidad del pueblo ruso, esta forma se afirma con la enumeración o descripción de la cotidaneidad como el peso que tiene en estos relatos las profesiones de los personajes principales; militares, zapateros, carpinteros, postadores, campesinas. Son estas profesiones populares, los que preservan la memoria colectiva. Justamente es la narración el dispositivo que posibilita la preservación de la experiencia colectiva guardiana de la memoria e identidad nacional.
Por último, la literatura con sentido formativo en el sentido de Brecht –literatura de compromiso- parece aquí desarrollarse en toda su plenitud, ya que cada línea transmite enseñanzas de distinto orden, en donde cada cuento actúa como una fábula que posibilita la recuperación de la moraleja como enseñanza para el lector. Estos cuentos son fragmentos de la experiencia rusa y al mismo tiempo son modos de percepción que son capaces de captar la problemática de una época, en este sentido el texto deja observar un subtexto que asume la forma de la crónica que como dice Benjamin, en El Narrador es una de la formas que asume el narrador en su tarea de registrar las experiencias colectivas, salvaguardando la verdad de los acontecimientos históricos.



[1] Análisis estructural del relato, Las categorías del relato literario, Todorov, T. Ediciones Coyoacán, México, 1996, p. 163.

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