viernes, 16 de abril de 2010

Nicolás Olivari y el anarquismo verbal

Nicolás Olivari: La poética salvaje

La musa de la mala pata

“Nicolás Olivari fue uno de los poetas más representativos de una modalidad centradamente porteña, propia de la bohemia de los años veinte. Reaccionando ante la chatura del medio, y afrontando el adocenado espíritu de los seudointelectuales, decide librar su propia batalla y dice su palabra, a veces fuerte, a veces desenfadada e irónica, en ocasiones intempestiva como un exabrupto, sin pedirle permiso al diccionario ni a la preceptiva tradicional.”
En la poesía de Olivari hay tópicos que muestran una humanidad miserable, una mujer trabajadora honrada padece privaciones que solo puede salir de su pobreza por medio de la prostitución: Cara ex-dactilógrafa, actualmente prostituta,/ tu caso es un simple caso de permuta/ en la bolsa social. Dactilógrafa, nuevo medio tecnológico adherida a las mujeres que constituyen un oficio de la modernidad y relacionada solo a la mujer.
Los hombres y mujeres sufren las enfermedades de la pobreza debida a su vida condenada por la miseria económica, hay en este sentido una crítica frontal a la economía capitalista que solo favorece a unos pocos presumiblemente los explotadores de la masa hambrienta que padecen tuberculosis, rostros con granos y cuerpos tísicos que lucen desagradables, hay una clara intencionalidad del poeta de resaltar en sus imágenes poéticas la estética de la fealdad. En este sentido le trabajo con la experiencia del mundo pobre tiene indefectiblemente el peso de una perspectiva de izquierda y en la poesía se intenta rescatarlo con el sencillismo y humanitarismo de Boedo ( tales como Yunque, Mariani, etc)
Mientras que en el Tango, sus letras conservan a la mujer en el barrio para protegerlas de la caída en la mala vida, por el contrario, en Olivari, este temor no existe, los hombres y la mujeres están cruzados por una perspectiva atroz: enfermedad, fealdad y pobreza, tres cualidades de la mujer trabajadora constituyentes del “ideologema” de Bajtín.
Las mujeres emancipadas en la vida pública, su independencia que le otorga su salario que describen a esa mujer independiente en búsqueda de un lugar en un mundo laboral masculino, así toda la problemática social es descripta por formas poéticas irónicas y grotescas: “Esta pobre yegua flaca y trabajada,/ con los dedos espatulados de tanto teclear,/ esta pobre mujer invertebrada,/ tiene que trabajar.
La directa relación entre los personajes de Olivari y la ciudad como clave en su poética: “¡Ahora amo a las mujeres de ojos grises/ como el acero que domina la ciudad! Y luego, recalca la importancia del espacio urbano como: ¡ La ciudad! ¡La ciudad! ¡La ciudad! / La ciudad tiene en sus calles a todos los países de mi sensualidad.” , y también: “ ¡Buenos Aires, cuna del mundo, cuna de mi sensibilidad ...!” Esto define una línea representacional en Olivari “se jerarquiza en su canto como el polvo de las calles y el vaho de sus malas noches opaca su verso.”
La estética de lo opuesto a lo bello/fealdad es una clave en las distintas representaciones poéticas: ojeras violetas, las cuatro tan flacas... las cuatro tan feas, era feo y miserable el pobre poeta de la urbe..., musa transparente, hueso solamente; doncella tísica, musa del hambre, rosa de alambre.
El mundo de la ciudad y su periferia como un eje constituyente de la vida de los personajes. El espacio urbano del arrabal cobra vigencia en la vida de los marginales, la taberna del arrabal y la miseria que se respira su aire.
La prostitución como salida a la pobreza marginal es una característica recurrente en la obra de Olivari, así la mujer trabajadora, la costurerita que dio ese mal paso de Carriego para Olivari lo ha dado por necesidad y que suerte que ha cambiado de vida para salir de la marginación social; y en Canto a la dactilógrafa: “la miseria te obligará a mostrar la hilacha, escucha este consejo: entrégate a un burgués”. Las labores femeninas: costureras, dactilógrafas: “¿Diez horas de trabajo en la oficina no te han colmado de rabia todavía? ¿Que esperas para entregarte?” , como así también los músicos padecen condenados a sufrir penurias como el pianista que: “toca siempre, pero en vano, pues no le ayuda a comer.” Todos los personajes por el revés aspiran a la otra dimensión que los rescate brusca y triunfalmente de su penuria y esa posibilidad salvadora es la prostitución.
Hay en todas las poesías de La musa de la mala pata, un trasfondo de crítica social pero no moralizante como la de Boedo, tal como: cara ex – dactilógrafa, actualmente prostituta. Hay claves de la novela realista: “Las cuatro son flacas, las cuatro son fea /.../.../ Las cuatro tan flacas, las cuatro tan feas” , constituyen un quiasmo, figura poética retórica de paralelismo que establece una simetría entre la primera estrofa y la cuarta. Experimentaciones estróficas que vienen del modernismo, los poemas se arman como una aliteración –propia de la voluntad modernista.
El cine proporciona una forma para pensar la vida, en donde el imaginario del cine enseña a vivir la vida sentimental. La imagen del cine como un viaje imaginario que representa sus vidas grises, el cine como mediación de estas vidas; el cine como choque entre la relación imaginario y real que se da en la poesía de Olivari.
Por último, la fealdad y monstruosidad de la mujer contemporánea como efecto de la ciudad moderna; también como fondo sociológico anarquista sobre la contemporaneidad capitalista, existe una inmanencia a lo social como en Girondo.

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